domingo, 30 de julio de 2017

Click



 La risa es como los limpiaparabrisas.
 Nos permite avanzar, 
aunque no detenga la lluvia.
Gerard Jugnot 

viernes, 28 de julio de 2017

el espejo; 2º parte



           Nos dirigíamos a su casa, yo medio paso más atrás. Un hormigueo invadía todo mi cuerpo, la intriga de descubrir que secreto guardaba aquel espejo, ese hombre que me resultaba tan inquietante y mis tacones por aquella calle adoquinada, apenas me permitían caminar con paso firme. Mi cabeza no dejaba de pensar, ese hombre me hablaba pero yo apenas le oía murmurar algo. Días atrás nunca hubiese imaginado lo que estaba haciendo.

           ¡Esto es de locos!! . Ir a casa de un desconocido. Me paré un momento y él, enseguida se dio cuenta.


-¿Está usted bien? Si quiere lo dejamos para otro momento, tal vez tenga obligaciones que cumplir.


-Sí, tengo que ir a la oficina.. pero,.. no se preocupe hago una llamada y todo solucionado, una vez que estoy aquí.. jaja.


      Mi voz temblaba, me dí cuenta y eso todavía me puso más nerviosa - lo ha notado-


-Bueno, ya llegamos; las damas primero.


          Me abrió la puerta de aquella habitación, allí estaba , el espejo, aquel espejo misterioso que me atraía ahora más que nunca y que sin embargo no era capaz de acercarme a él.


-¿Quiere tomar algo? ?¿un café, un chocolate, una infusión? Dígame, Ana


-Sí gracias, un café con leche me vendría bien, hace un poco de fresco.


           Ahí me quedé en aquella sala, observando y no viendo nada, bloqueada, temblorosa, casi paralizada por una especie de morbo. Era una pequeña sala, muy acogedora, una especie de biblioteca, con su mesa de despacho y un gran sofá de cuero negro capitoné junto a EL presidian la estancia. Casi de puntillas, para no hacer ruido caminaba, observaba, olía, tocaba. Hasta que me planté delante de EL.


Que curioso ahora sí, ahora sí me veía...


-Tome aquí tiene. 


       Ensimismada en mis pensamientos me giré de súpeto y el café se derramó sobre mi traje.No, nooooo -me dije- ¡seré patosa!

-Lo lamento, estaba usted ahí tan callada, mirándolo, pero no pensé que la asustaría.


      Me trajo una especie de batín y me señaló una puerta; -Mejor cámbiese, no es bueno estar con la ropa así, puede cambiarse en esa habitación. En menos de cinco minutos limpiamos su ropa,

Allí estaba yo, con un batín, sentada a lado de un desconocido y en su casa.

-Bueno, vamos a ver, aquí estamos los dos, mejor dicho los tres; ahora le contaré que secretos guarda MI ESPEJO.

    Lo primero que me gustaría decirle es que en EL se ve lo que se desea ver. Usted ahora se ha puesto delante. ¿Vió algo? ¿Le importa contármelo?

       No podía, lo que vi, como iba a contárselo, a el, a ese desconocido. ¿Como podía decirle que me vi en el sofá donde ahora estoy sentada, desnuda, desnuda delante de él?




© MaRía



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Insaciable


La sed del mar es una sed sin fin: se muere y nunca acaba de morir.
Octavio Paz

jueves, 27 de julio de 2017

Profugos




A veces, en la noche

Cómo en la de hoy
Despierto bajo el grito aterrador
La selva sangra ausencias
Donde las bestias disimulan zarpazos
El desierto gime lágrimas de sal
Bajo un sol que hiela la piel
Es un niño perdido, herido
Repudiado en aras del amor
Del yo te amé
Del tú no a mí
A veces, en la noche
La piel llora sangre coagulada
Saturada de reproches
De ausencias vanas
A veces llora la noche
Como infinitas veces
Lloró el día
No te engañes
Ya no vuelve quién se curó
En el mar , la penúltima
Herida.

© María

LiberA



Me gustan los hombres desesperados,
 hombres con los dientes rotos 
y los destinos rotos. 
También me gustan las mujeres viles,
 las perras borrachas,
 con las medias caídas y arrugadas 
y las caras pringosas
 de maquillaje barato.

 Me gustan más los pervertidos que los santos.
 Me encuentro bien entre marginados 
porque soy un marginado.
 No me gustan las leyes, 
ni morales, religiones o reglas.
 No me gusta ser modelado por la sociedad. 

Charles Bukowski.

lunes, 24 de julio de 2017

Fragil


Una noche, 
una de esas noches
 en las que estás deseando
 ser tú misma, 
de poner sacar esa máscara
 que te oprime,
 te hace ser diferente,
 que te anula como persona
 hasta notar que va absorviendote 
de tal manera,
 que ni el oxigeno llega a tú cerebro,
 poco a poco notas tu ritmo cardíaco lento,
 un cuerpo paralizado, 
una mente atormentada
 por esa coraza que intentas quitarte...

Una de esas noches decidí quitármela,
 no fue fácil,
 poco a poco sin darme cuenta
 se había apoderado de mí verdadero yo;
 me dolió dolor de mostrarme tal cual ante ti,
 sin tapujos, indefensa y a tu merced; 
esa noche, 
un cúmulo de emociones invadían mi ser,
 miedos, dudas y peor 
el ser rechazada al decirte mi verdad.

 Las palabras que solían fluir
 se estaban agolpando en mi mente, 
¿Cobardía? ¿Miedo? ¿Vergüenza? 
No lo sé... 

 Paralizada por tantas dudas,
 mi lado oscuro me pedía a gritos 
que me la volviera a poner, 
luchas internas, 
razones sin razón, 
miedos infundados por la desconfianza..

 Lucha de titanes,
 desgarraban mis entrañas. 
La respuesta fue rápida y concisa...
 Y entendí
 que una máscara no sirve para mucho
cuando te la pones sin deseos de llevarla...
 no sirve porque si la llevas mucho tiempo,
 ya nunca te dejará que te la saques .

© MaRía



domingo, 23 de julio de 2017

¿Cuantas mentiras soporta un amor?




[Fotografía: And when life gets to hurt by  Nusunt]



Podría decirte, que me entretuve con la vida en el camino
Que me encontré con un recuerdo de la infancia

Que me perdí entre diez mil manifestantes
Que fui detrás de un cometa y se hizo tarde

Que estuve hablando de negocios con el diablo
Podría decirte que un viejo me invito a ver el alba
Que casi casi vendo el alma por la gloria
Otras piadosas otras no tanto otras muy lindas
y algunas mas para quedar bien,
pero al final solo tomamos un café



Podría decirte tantas mentiras algunas tontas otras no tanto
Podría decirte que tuve un día de esos que no veo salidas
Y tu amor mío al igual que siempre me creerías porque me amas

Pero esta vez sinceramente quiero que sepas que te fui infiel

Podría decirte que fue tan solo una aventura de mi cuerpo
Que fui a un bar y me bebí todas mis angustias
Que no recuerdo ni el color de su cabello
Que me sedujo una mujer sin apellido
Que fui una victima del frío de la noche
Otras piadosas otras no tanto otras muy lindas
y algunas mas para quedar bien
Que al fin y al cabo soy un hombre como tantos
¿Quien no engaño a su mujer alguna vez?
Podría decirte tantas mentiras algunas tontas otras no tanto
Y tu amor mío al igual que siempre me creerías porque me amas
Pero esta vez sinceramente quiero que sepas que me enamoré.




viernes, 21 de julio de 2017

El Espejo - 1ª Parte

Música: 
I Can't Make You Love Me [Mark Maxwell] 



[Fotografía: Anastasia Platonova by Vadim Zamesov]


Todos los medios, todas las armas, son buenos para salvarse de la muerte y del tiempo. 
Enrique Vila- Matas



            Hacía ya un tiempo que cada día al pasar, camino de mi trabajo, por delante de aquella casa, algo me llamaba la atención. Era como un imán que me llamaba, pidiéndome que me acercara a aquella ventana.

                 Era una casa de estilo neoclásico, de las pocas que quedan ya en el centro de mí ciudad, aparentemente destinada a vivienda a pesar de ocupar uno de los solares más codiciados por las grandes constructoras dada su situación privilegiada. El adoquinado de la calle hacía que mis pasos fueran firmes y a la vez extremadamente cuidadosos, eso debió también ser uno de los motivos de recrearme en aquel ventanal.


     Aquel día me acerqué más de lo habitual, miré fijamente apoyado las manos en los cristales, apenas podía ver lo que escondían aquellas paredes; unos visillos de elegante encaje y un enorme espejo eso era todo lo que pude ver. Así un día tras otro, hasta que el destino quiso que viera salir de aquella casa a un hombre, era alto, no muy joven, de porte elegante y pelo canoso, mientras estaba ensimismada contemplando aquel espejo. Sin pensármelo dos veces me acerqué a él, y antes de darme tiempo a mediar palabra me dijo:


-Buenos días, la estaba esperando, venga vamos a desayunar. Es costumbre de hace años tomar el café en Kir's mientras ojeo la prensa diaria.


Cortada por la situación, sin saber que decir, lo único que hice fue seguirlo medio paso tras de él.


        Ya en la cafetería pidió dos desayunos, no sin antes cortésmente preguntarme por mis gustos, leía la prensa comentado las noticias: encomia, política, local.... me sentida ridícula, apenas hablaba asentía con la cabeza. Mi cuerpo temblaba como una niña, y mi cabeza no dejaba de imaginar, de pensar que narices hacia yo delante de aquel desconocido, desayunando y casi sin hablar.


  -Mire....; Ana, me llamo Ana-Mire Ana, hace un tiempo la vengo observando, sé que usted a mí no me ve. Pero la veo pararse delante de mi ventana, intentando ver algo, descubrir lo que esconden mis visillos y quedándose un buen rato mirando a mi espejo. ¿No es así?. No diga nada, eso tiene una explicación, me refiero a que usted se sienta atraída por El, pero aquí no es el lugar idóneo para contarle la historia de Mi Espejo, sólo quiero decirle que es especial, tan especial como usted. Cuando terminemos de desayunar , iremos a mi casa y sabrá de que cualidad le hablo. Sé que no necesitará muchas explicaciones para entenderlo y los acontecimientos se sucederán solos.


         Aquella conversación, me aturdió todavía más, miré el reloj y de dije que era imposible, que tenia que acudir a mi trabajo.Cogiéndome la mano , me dijo que no pasaba nada, que no tuviese miedo, que iba a ser una experiencia única, única como yo, que sabía que yo lo deseaba y que el destino no se podía cambiar.


    Mirándolo asentí con la cabeza, llamé a mis despacho y a continuación nos dirigimos a su casa.Y es que a veces lo que se ve en un espejo es lo que deseamos ver...

©MaRía 

®16/10/2009







☞Continuará..




Fotografías: Karel Kuehne
Safe Creative #0910164692464

Creative Commons License
®©Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

Tal vez... un viaje

En las mansas corrientes de tus manos
y en tus manos que son tormenta
en la nave divagante de tus ojos
que tienen rumbo seguro
en la redondez de tu vientre
como una esfera perpetuamente inacabada
en la morosidad de tus palabras
veloces como fieras fugitivas
en la suavidad de tu piel
ardiendo en ciudades incendiadas
en el lunar único de tu brazo
anclé la nave.
Navegaríamos,
si el tiempo hubiera sido favorable.


Cristina Peri Rossi

jueves, 20 de julio de 2017

Orgasmo para dos



Hay un pedazo de mi cara, 
que ahí aparece otra mujer... 
Mejor quedarnos en la cama, 
tú me haces sentir bien. 
Desaparezco, 
y vuelvo a nacer. 

Tanto te buscaba, 
y no sabía amar.. 
Tanto yo te amaba, 
y aún sin conocerte 
te vine a buscar. 

Sólo música en mi mente... 
Un orgasmo para dos, 
nuestro mundo es tan perfecto. 
No hace falta nada, sólo tú y yo. 
Aquella en el espejo 
ya no teme envejecer. 

Tanto te buscaba, 
y no sabía amar.. 
Tanto yo te amaba, 
y aún sin conocerte 
te vine a buscar. 

Oh no no no, 
sólo tu mi guitarra me calma, 
vuelan cometas cuando cantas... 
Estás en mi muerte, mi carne... 
Por ahora no hay más, 
no hay más, ohh 



Mon Laferte


Deseos irrefrenables


              Aun en las pausas del amor permanecían desnudos con las ventanas abiertas (...) Cuando los padres de Nena Daconte regresaron a la casa, ellos habían progresado tanto en el amor que ya no les alcanzaba el mundo para otra cosa, y lo hacían a cualquier hora y en cualquier parte, tratando de inventarlo otra vez cada vez que lo hacían... “El rastro de tu sangre en la nieve”, en Doce cuentos peregrinos.

          Llegaron a conocerse tanto mientras se le soldaban los huesos de la mano, que él mismo se asombró de la fluidez con que ocurrió el amor cuando ella lo llevó a su cama de doncella una tarde de lluvias en que se quedaron solos en la casa... “El rastro de tu sangre en la nieve”, en Doce cuentos peregrinos .

            Cuando los padres de Nena Daconte regresaron a la casa, ellos habían progresado tanto en el amor que ya no les alcanzaba el mundo para otra cosa, y lo hacían a cualquier hora y en cualquier parte, tratando de inventarlo otra vez cada vez que 1o hacían. Al principio lo hicieron como mejor podían en los carros deportivos con que el papá de Billy trataba de apaciguar sus propias culpas. 
          Después, cuando los coches se les volvieron demasiado fáciles, se metían por la noche en las casetas desiertas de Marbella donde el destino los había enfrentado por primera vez, y hasta se metieron disfrazados durante el carnaval de noviembre en los cuartos de alquiler del antiguo barrio de esclavos de Getsemaní, al amparo de las mamasantas que hasta hacía pocos meses tenían que padecer a Billy Sánchez con su pandilla de cadeneros. Nena Daconte se entregó a los amores furtivos con la misma devoción frenética que antes malgastaba en el saxofón, hasta el punto de que su bandolero domesticado terminó por entender lo que ella quiso decirle cuando le dijo que tenía que comportarse como un negro. Billy Sánchez le correspondió siempre y bien, y con el mismo alborozo. Ya casados, cumplieron con el deber de amarse mientras las azafatas dormían en mitad del Atlántico, encerrados a duras penas y más muertos de risa que de placer en el retrete del avión

El rastro de tu sangre en la nieve

Gabriel García Márquez



miércoles, 19 de julio de 2017

En vuelo eterno



Pájaros perdidos de verano vienen a mi ventana,
 cantan, y se van volando.

Y hojas amarillas de otoño, 
que no saben cantar, aletean y caen en ella, 
en un suspiro.

Vagabundillos del universo, 
tropel de seres pequeñitos,

¡dejad la huella de vuestros pies en mis palabras!

Para quien no sabe amar,
 el mundo se quita su careta de infinito. 
Se hace tan pequeño como una canción,
 como un beso de lo eterno.

Las lágrimas de la tierra 
le tienen siempre en flor su sonrisa.

Si lloras por haber perdido el sol
, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas.

  • -Mar, ¿qué estás hablando?

Una pregunta eterna.

  • -Tú, cielo, ¿qué respondes?

El eterno silencio.

¡Oye, corazón mío, los suspiros del mundo, que está queriendo amarte!

El misterio de la vida es tan grande como la sombra en la noche. 
La ilusión de la sabiduría es como la niebla del amanecer.

No te dejes tu amor sobre el precipicio.

Me he sentado, 
esta mañana, en mi balcón,
 para ver el mundo. 
Y él, caminante, se detiene un punto, 
me saluda y se va.

Menudos pensamientos míos,
 ¡con qué rumor de hojas suspiráis vuestra alegría en mi imaginación!

Tú no ves lo que eres, 
sino su sombra.

Si me está negado el amor,
 ¿por qué, entonces, amanece;
 ¿por qué susurra el viento del sur entre las hojas recién nacidas?

Si me está negado el amor, 
¿por qué, entonces, la medianoche entristece
 con nostálgico silencio a las estrellas?

Sé que esta vida, 
aunque no madure el amor,
 no está perdida del todo.

¡No sea yo tan cobarde, 
Señor, que quiera tu misericordia en mi triunfo, 
sino tu mano apretada en mi fracaso! "

Tagore- Pájaros perdidos

sábado, 15 de julio de 2017

Sueños azul cobalto, sueños lejanos

Mira cuanta gente sola
Mira adonde va
Mira como no se vuela
Ya no se vuela

Despiértame cuando afuera sea mañana
Pareces vestida de lluvia
Es otro día de perros, pero
Nosotros estamos hechos de sueños

Pero qué bonito silencio amor
Déjame dormir
Tengo que ir no sé adonde
Pero tengo que marcharme
Cielos azul cobalto, cielos lejanos
¿Todo por nada, de veras?
Es otro día de perros, pero
Nosotros estamos hechos de sueños

Quien quiera hacer daño, daño hará
Quien quiera volar volará
Sólo quien se arrastra vende la piel
Nosotros estamos hechos de estrellas

Despiérteme cuando afuera haya terminado
Incluso vestida de lluvia
La noche no está agotada
Nada pasa por nada lo sabes

Sueños azul cobalto, sueños lejanos
Puedo devolverte una sonrisa
Es otro día de perros pero
Nosotros estamos hechos de sueños
Es otro día de perros pero
Nosotros estamos hechos de sueños

♫♫♫♫♫
Hechos De Sueños
Zucchero ft. Alejandro Sanz



viernes, 14 de julio de 2017

Secreta



Soy
la amante.

No
me mires con desprecio.

No tengo el número dos
en la frente
ni
sus besos ansiosos
me han abierto llagas.

Soy
la amante
la que tiene todos los sueños
del mundo
y los secretos.

Elena Vera

miércoles, 12 de julio de 2017

Grushenka

     

          Estaba boca abajo, agachada sobre manos y rodillas, como un perro, apretando los muslos y temblando. Leo se acercó a ella y le dijo que se apoyara en los codos. Cuando ella empezó a estirare, él le levantó el trasero y le apartó las rodillas para que nada pudiera impedirle penetrarla con facilidad.../...

.../... Sintió que una mano le abría los bordes y que la punta del poderoso aparato rozaba el blanco. Estaba inmóvil, pero contraía  involuntariamente los músculos de la entrada posterior. Cuando el príncipe empezó a empujar, no pudo entrar. Trató en vano de lograrlo, mientras Grushenka no hacía más que gritar y gemir de dolor. Aún cuando todavía no le dolía, adivinaba que muy pronto le dolería.  Todas en la habitación  se excitaron por aquella violación no acostumbrada, y las chicas que presenciaban aquello se encontraban en un estado de gran inquietud.../...

Una de las muchachas se levantó rápidamente y cogió del tocador un tarro de ungüento.  El príncipe, mirando hacia abajo, pudo ver como  la muchacha le untaba amorosamente el instrumento con el ungüento blanco; después vio  como lo hacía con el orificio pequeño y contraído de la joven, alrededor  y por fuera; luego, le introdujo cuidadosamente un dedo en el tubo, entrando y saliendo, y untándolo regularmente para suavizar el camino.

Grushenka , Tres veces mujer 
[fragmento]

martes, 11 de julio de 2017

El

No puede dejar de pensar en él. Cierra los ojos y vuelven las imágenes compartidas a martillearle una a una, una y otra vez.

   Contempla  el cielo azul, limpio, brillante de sol, bajo la mirada despacio y frente a ella , montañas decoradas con hileras de casitas blancas con tejados ocres.Se fijó en las ventanas, detrás de cada una de ellas, una historia, le gusta imaginárselas.

                        Está  al otro lado de la cala que los separa. Ella viste pantalones de algodón claros, anchos por la calor , remangados hasta las rodillas para que el agua refresque sus piernas, le encanta el ir y venir de las olas serenas. Necesita el color, el sonido, el olor y hasta el sabor del mar, solo él que ha nacido cerca puede sentir.

    Intenta relajarse antes de que aparezca,la pone nerviosa su espera, siempre le ocurre.

    De pronto, pero muy suavemente y en silencio, siente su mano cogerla la cintura.Le  encantan sus manos,  delgadas y finas, le resultan muy varoniles.

    La  besa la nuca y siente el beso húmedo de sus labios carnosos, se gira para verle, tiene una sonrisa tan bonita; pero mejor es su mirada.

     Nunca le gustaron los ojos azules, le producían cierta desconfianza, sin embargo, su mirada es penetrante y profunda.


  Pasean  en silencio, deseosos de estar a solas, van hacia la habitación escogida.

  Subiendo hacia ella, retira su mano ansiosa, no quiere que se adelante.

   Cuando entran, ella ya húmeda, no puede evitarlo, su sola presencia la excita.

   Le acaricia el pelo, es oscuro y largo, como a él le gusta, ella siempre accede gustosa a sus deseos, le gusta que así sea y así debe ser.

   Intenta hablarle pero no quiere, le tapa los labios con su dedo índice, hoy no quiere decir nada, hoy no quiere que le diga nada.

    Se acomoda en la amplia cama y ella, de pie, empieza lentamente a desnudarse para él , todo sucede según lo previsto, le aprieta contra su  pecho y deja que baje.

         Lo toma  del pelo volviéndolo  a apretarlo contra ella, le gusta tanto su olor, lo sienta tan de ella , le acaricia el cuerpo, se detiene a su antojo, le pasa la punta de la lengua donde mas le gusta, como solo el sabe hacerlo, él le enseño su  propia satisfacción.

         La penetra por delante sin dejar de mirarse a los ojos, lo hace muy despacio, le gusta oír sus gemidos, mirarla a la cara cuando grita de placer.

      Acaba,  ha pasado mucho, mucho tiempo, mas del habitual, están sudando; se acarician las pieles , húmedas, trémulas.

               Víctor se levanta y va ha darse una ducha, es hora de irse;  no quiere esperar que acabe, esta vez, se ahorrará el bochornoso y humillante tramite;también podrá ahorrarse el dinero.

Es su regalo de despedida.

Se he dado cuenta hoy, que no puede vivir sin él.

Escrito allá por el 2009  
Besos de los míos 
a mares ...

María 

lunes, 10 de julio de 2017

En Vano


Se me va de los dedos la caricia sin causa,
se me va de los dedos... En el viento, al pasar,
la caricia que vaga sin destino ni objeto,
la caricia perdida ¿quién la recogerá?

Pude amar esta noche con piedad infinita,
pude amar al primero que acertara a llegar.
Nadie llega. Están solos los floridos senderos.
La caricia perdida, rodará... rodará...

Si en los ojos te besan esta noche, viajero,
si estremece las ramas un dulce suspirar,
si te oprime los dedos una mano pequeña
que te toma y te deja, que te logra y se va.

Si no ves esa mano, ni esa boca que besa,
si es el aire quien teje la ilusión de besar,
oh, viajero, que tienes como el cielo los ojos,
en el viento fundida, ¿me reconocerás?



 Alfonsina Storni
-La Caricia Perdida-

sábado, 8 de julio de 2017

ComunicAndo



Noches en vela,
nombres en clave,
cuantos secretos
versos galantes.


Jorge Drexler
Telefonía

Enemigos Intimos



Marcamos territorio.
Hasta aquí, tu frontera.
Tus amigos. Mis bares.
Antes de que se ponga
el sol
dejarás este el pueblo.
Tengo el arma cargada.
Dispararé a matar
cuando te encuentre.
La ciudad es ahora
territorio enemigo.
Llenaré las farolas,
cada árbol del parque
con carteles de búsqueda.
Recompensa: mil días
por tu cuerpo.
Desnudo, a ser posible.

 Rodolfo Serrano
Al oeste hay apaches

viernes, 7 de julio de 2017

AnsiaS


Despierto, fuera llueve
y no llueves tú.
ni entre las piernas,
ni en cielo de la boca.

Aún así me gusta la lluvia,
siempre me gustó,
me gusta tanto como
arrancarte los pantalones
mordisco a mordisco,
y lamer con ansia la pena
que se te escurre entre 
los labios.

© MaRía

jueves, 6 de julio de 2017

CalmA




Calma
Congelar la rabia, vencer al silencio, soportar el miedo. 
Aflojar la cuerda, ansiar el consuelo, decir adiós. 
Gritarle al pasado y a los malos años saltando los charcos. 
El agua que de nuevo, de amor.

Calma, calma, todo está en calma.
Superar la ausencia, volver a ser tu mismo
después de haber perdido, después de haber perdido.
Recoger la sal de las heridas, aclarar las sombras.
Emprender el vuelo, besar a los cielos por los que se fueron,
apretar las manos, sostener la calma.
.../...

Calma [congelar la rabia, vencer al silencio]
[Aflojar la cuerda, ansiar el consuelo].
Calma [congelar la rabia, vencer al silencio].
[Aflojar la cuerda, ansiar el consuelo].
Todo está en calma.




-Fragmento de la canción Calma de Las Migas-

martes, 4 de julio de 2017

Treachery


 Tú encontrarás la perdición,
y temerás lo que descubras.
cuando el tiempo venga
derribándolo todo.

Habrá granos de avena sobre el agua
pájaros caídos al suelo,
habrá cosas que nunca le habrás
 preguntado a ella.



Ben Howard - Oats In The Water

domingo, 2 de julio de 2017

Crows



Dame la mano y vamos
ya dame la.
 Por la calle del bar El globito
pasan abrazados, parecidos entre sí.
Escuchan Counting Crows, grupos así
que la gente olvidará en serio.
Ella se duerme a la noche pensando 
nombres de nena. 
Él, es poeta y dice: 
Quisiera no escribir
malas palabras en el poema. 
Quisiera 
verte la cara brillando, brillando.
Y así se duerme él. 
Cuando llegó con el walkman
hecho pedazos y una parte en tres
descangallada supe que
escuchaba Counting Crows
grupos así, que la gente olvidará
¡en serio!
 Supe que años más tarde, 
en una salida casual
con chicas bien vestidas alguien diría:
"La vida es fascista"
 y en el fondo, de fondo,
 se escucharía Counting Crows
y ustedes, ellos, se mirarían sabiendo que
o tal vez, en un viaje en auto, 
a Rosario por ejemplo, pasarían 
por la experiencia
de ver un perro descangallado 
al borde de la autopista
que hiere y es herida 
a la vez y pasarían
por la radio un tema de los Counting 
y tardarían 
poco en mirarse por el espejo 
retrovisor como en la salida
tardarían poco en emocionarse y mirar la salida
recordando el tiempo 
de las malas palabras 
en los poemas 
y también recordando pensar
en las posibles derivaciones sexuales de esa amistad.
Quiero escribir los versos más bailables 
esta noche.

 Quiero verte bailar como un

perro, entero.


Marina Mariasch - Crows

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