jueves, 8 de septiembre de 2016

Despeinada se vive [mejor]




Hoy he aprendido que hay que dejar que la vida te despeine, por eso he decidido disfrutar la vida con mayor intensidad… El mundo está loco… Definitivamente loco… Lo rico, engorda. Lo lindo sale caro. El sol que ilumina tu rostro, te arruga. Y lo realmente bueno de esta vida, te despeina…
- Hacer el amor, despeina.
- Reírte a carcajadas, despeina.
- Viajar, volar, correr, meterte en el mar, despeina.
- Quitarte la ropa, despeina.
- Besar a la persona que amas, despeina.
- Jugar, despeina.
- Cantar hasta que te quedes sin aire, despeina.
Así que cada vez que nos veamos yo voy a estar con el cabello despeinado…
Sin embargo, no tengas duda de que estaré pasando por un momento muy feliz de mi vida.
Es una ley universal: siempre va a estar más despeinada la mujer que elija ir en el primer carrito de la montaña rusa, que la que prefiera no subirse.
Puede ser que me sienta tentada a ser una mujer impecable, peinada y planchadita por dentro y por fuera. El aviso clasificado de este mundo exige buena presencia: Péinate, ponte, sácate, cómprate, corre, adelgaza, camina derechita, ponte seria…
Y quizá debería seguir las instrucciones pero, ¿cuándo me van a dar la orden de ser feliz?
Lo único que realmente importa es que al mirarme al espejo, vea a la mujer que debo ser. Por eso mi recomendación a todas las mujeres:
Entrégate, Come rico, Besa, Abraza, Haz el amor, Enamórate, Relájate, Viaja, Salta, Levántate temprano, Corre, Vuela, Canta, Ponte linda, Ponte cómoda, Admira el paisaje, Disfruta…
…y sobre todo, deja que la vida te despeine…!!!
Lo peor que puede pasarte es que, sonriendo frente al espejo, te tengas que volver a peinar.

Déjame...


Déjame sueltas las manos
y el corazón, déjame libre!
Deja que mis dedos corran
por los caminos de tu cuerpo.
La pasión -sangre, fuego, besos-
me incendia a llamaradas trémulas.
Ay, tu no sabes lo que es esto!

Es la tempestad de mis sentidos
doblegando la selva sensible de mis nervios.
Es la carne que grita con sus ardientes lenguas!
Es el incendio!
Y estoy aquí, mujer, como un madero intacto
ahora que vuela toda mi vida hecha cenizas
hacia tu cuerpo lleno, como la noche, de astros!
Déjame libres las manos
y el corazón, déjame libre!
Yo sólo te deseo, yo sólo te deseo!
No es amor, es deseo que se agosta y se extingue,
es precipitación de furias,acercamiento delo imposible,
pero estas tú,
estas para dármelo todo,
y a darme lo que tienes a la tierra viniste-
como yo para contenerte,
y desearte,
y recibirte!







DEJAME SUELTAS LAS MANOS... (Pablo Neruda)


domingo, 4 de septiembre de 2016

Necesidad

Pudo más la necesidad de irse que las ganas quedarse.
Pudo más eso que llaman libertad a aquello que se supone se puede compartir.
Dicen que los egoístas mueren solos
Porque es su castigo por no poder respirar de dos. 
Huir de lo que existe, de la piel erizada, de las pupilas dilatadas.
Huir de las sonrisas y las manos cálidas.
Porque los egoístas viven en libertad.
Y el precio que pagan es despertar siempre en otro lugar.
Acompañados de su reflejo y su paz.

Edgar HP 





Imagenes: David Talley  

viernes, 2 de septiembre de 2016

Palabras Prestadas XIX




Si nunca despertaste en sobresalto
febril, precipitándote hacia el lado
vacío de tu lecho, tanteándolo
con manos que se obstinan vanamente
contra implacable ausencia.

    Si no sentiste entonces la muerte
desgarrándote en vida y agrandando
el vacío entre tus venas inflamado,
el vano apartamiento de tus muslos,
el ansia de tu sexo.

    Si no rompió tu voz ese gemido
que acuchilla la turbia madrugada...
es que en tu corazón no ardía la hoguera
que llamamos amor.

    En ella me consumo y es mi grito
tu nombre: a ti me abro en carne viva.
Mi piel muere en espera de la tuya,
mi sexo late con ansiosa boca
de pez en la agonía.

    Y al no llegar tus labios con tu bálsamo
ni el fuego sosegante de tu lengua
mi mano se fatiga inútilmente
en estéril caricia...

    Porque tan sólo tú tienes las alas
para el vuelo que mata y da la vida




José Luis Sampedro

Palabras Prestadas XX



Si vas a nadar que sea en aguas profundas
no golpear en la vana superficie
sí flotar de cara al mundo
saber exactamente en qué punto lanzarse a pique
aventurar el cuerpo en medio del espasmo
apartarse en la cresta de la ola
y disfrutar a pleno la marea
del acto y su contorno.
Es imprescindible fundirse al sol en la profunda
noche
y regresar de cualquier modo más tarde hasta
la playa.
Nadar, nadar... ¡qué plenitud!
nadar, nadar… ¡qué tristeza!

Si vas a nadar
que sea en aguas profundas
y hasta no poder más,
hasta tenderse
a la orilla del mundo y acabar
liquidado.




Cuadernos del agua
Norma Etcheverry
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