lunes, 9 de enero de 2017

Palabras a un poeta



No engañes a quien te lea,
no lo lleves donde quieran tus palabras.
Llévalos a la verdad.

No les digas que la intensidad lo es todo
porque prescindirán del resto,
posiblemente de lo más importante,
lo que queda cuando toca encontrar
un motivo de verdad para estar juntos,
el amor sin más disfraces.
Con fuego todo es fácil.
No les vendas tus poemas incendiados
como el culmen de la vida,
no les quites la esperanza.

No los empujes hacia un párrafo
donde solo valga arder,
donde las bellas palabras
de quien lleva media vida junto a otra persona
valgan menos que tres versos borrachos
llenos de promesas que no cumplirán
cuando se apaguen las brasas.

El amor es otra cosa.
Procura aprenderlo,
procura probarlo.
No es solo morder,
es otra cosa.
No es solo abrasarse,
es otra cosa.
No es el incendio,
ni reventar de sentimiento,
ni estrellar tu cuerpo contra el suyo,
ni perderlo todo,
ni dar sin concesiones,
ni surcar los precipicios,
ni pasión o nada,
ni vaciarse todo de golpe.

El amor no es eso.
Apréndelo,
búscalo después de la pasión,
búscalo meses más tarde,
en la persona que te dio todo lo anterior,
búscalo cuando veas sus defectos
y sigas pensando que esa risa
es el país donde quieres quedarte a vivir.
Búscalo ahí y entonces podrás contarlo.

Mientras tanto te entiendo,
aún no lo has sentido
y no vas a escribirlo de momento,
pero lo cierto es que mientras no cruces la línea de la pasión
podrás lo que es estar enamorado,
pero aun no sabrás,
no sabrás ni de lejos



by Marwan  

domingo, 8 de enero de 2017

Que vamos





No es una prueba, es un acierto
no soy cualquiera y tú no eres otro puerto
no estás afuera, ni yo estoy dentro
y la frontera es nuestra piel expuesta al viento

No es una tregua, es un encuentro
tú no exageras y bien sabes que no miento 
yo soy madera, tú eres el fuego
somos probetas del mejor experimento

Y yo
que siempre he sido un cazador de sueños rotos
he convertido en ruinas todo lo que toco
mi vida pasa lenta fuera de los focos
y tú
siempre pendiente de lo que digan los otros 
has dado todo pero piensas que das poco
tienes la llave de las rejas de tus ojos
encenderemos la luna en el fondo del mar
sabes tan bien como yo que no va a salir mal 

La madrugada despierta tarde
por mas que llueva no se apaga esto que arde
ya no estás muda, yo no estoy ciego
bailas desnudas y celebro lo que veo

Ya no hay relojes pa´ tanto tiempo
faltas al curro, llegaré tarde al concierto
no estás soñando, estoy despierto
con dos palmeras nace el verde en un desierto 

Y yo
que ya no soy un cazador de sueños rotos
voy convirtiendo todo en oro si te toco
y brillo más contigo fuera de los focos
y tú
te despreocupas de lo que digan los otros 
me lo das todo y te aseguro que no es poco
has arrancado aquellas rejas de tus ojos 
encenderemos la luna en el fondo del mar
sabes tan bien como yo que no va a salir mal 
sabes tan bien como yo que no va a salir mal 
sabes tan bien como yo que no va a salir mal


 -



Música de Diego Ojeda
Letra de Carlos Salem y Diego Ojeda
Poema "que vamos" de Carlos Salem

Todo son besos

Besos tras lágrimas,
 Besos tras la tristeza.

Besos,  
Besos con sabor a ti.



Todo son besos.

Te toco el pecho y es un beso.
Un beso si te acaricio la espalda.
Es un beso trazar curvas 
con los dedos en tu cuerpo. 
Besarte es, 
por supuesto,
 besarte el sexo.


No es otra cosa que un beso
 si tu sexo se encuentra
 rodeado  mi sexo.

No es nada más, 
ni nada mejor que un beso 
lo que haces  al moverte 
en mi interior. 

Un beso mientras apoyo 
mi  mano en la pared 
ante tu  empuje,

Un beso cuando volvemos
 al eterno juego de morirnos
 con más vida que nunca.

Todo son besos. 
Y un beso tuyo es todo.


© MaRía

miércoles, 4 de enero de 2017

Deseos



¡Yo quisiera salvar esa distancia,
ese abismo fatal que nos divide,
y embriagarme de amor con la fragancia
mística y pura que tu ser despide!

¡Yo quisiera ser uno de los lazos
con que decoras tus radiantes sienes!
¡Yo quisiera, en el cielo de tus brazos,
beber la gloria que en tus labios tienes!

¡Yo quisiera ser agua y que en mis olas,
que en mis olas vinieras a bañarte,
para poder, como lo sueño a solas,
a un mismo tiempo por doquier besarte!

¡Yo quisiera ser lino, y en tu pecho,
allá en las sombras, con ardor cubrirte,
temblar con los temblores de tu pecho
y morir del placer de comprimirte!

¡Oh, yo quisiera mucho más! ¡Quisiera
llevar en mí, como la nube, el fuego;
mas no, como la nube en su carrera,
para estallar y separarnos luego!

¡Yo quisiera en mí mismo confundirte,
confundirte en mí mismo y entrañarte;
yo quisiera en perfume convertirte,
convertirte en perfume y aspirarte!

¡Aspirarte en un soplo como esencia,
y unir a mis latidos tus latidos,
y unir a mi existencia tu existencia,
y unir a mis sentidos tus sentidos!

¡Aspirarte en un soplo del ambiente,
y así verter sobre mi vida en calma,
toda la llama de tu pecho ardiente
y todo el éter de lo azul de tu alma!

¡Aspirarte mujer... de ti llenarme,
y en ciego y sordo y mudo constituirme,
y ciego, y sordo y mudo, consagrarme
al deleite supremo de sentirte
y a la suprema dicha de adorarte!

Salvador Díaz Mirón


¿Por qué no tu boca aquí,
por qué no sobre mi piel tu aliento,
por qué no adentro yo de tus abismos?

Darío Jaramillo Agudelo
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